domingo, 3 de agosto de 2008

Lucha en Busca del Propio Interes.

Para empezar con mi blog se me ocurrió escribir una fábula, para la libre interpretación de los lectores, espero que la disfruten…

Ésta es la historia de una Mula y un Cerdo que tuvieron problemas, que parecían no ser tan serios, pero que en definitiva tardaron mucho más de lo esperado en resolver.

La Mula, era terca como ella sola, cerrada a nuevas ideas, estaba obsesionada por su propia imagen, se mostraba fuerte por momentos, pero había momentos en los que se hacía pasar por una frágil y débil víctima.

El Cerdo, avaro como pocos y ambicioso, nunca le alcanzaba con lo que tenía, siempre quería un poco más, sin miedo a pecar de gula, siempre quería más, a pesar de estar más que satisfecho, y sabiendo que había otros que no tenían qué comer.

Dos grandes potencias en un desordenado Rancho, y resulto que en ese Rancho se halló una Planta, que siempre había estado ahí, lo que pasa es que nadie le había dado importancia, porque no sabían que esta Planta, que a la vista era como cualquier otra, podía traer grandes riquezas al que la tuviera en su poder.

El primero en encontrarla fue el Cerdo, qué, al descubrir su poder lo quiso aprovechar a su favor, pero no paso mucho tiempo antes de que la Mula, se diera cuenta que algo raro pasaba. La envidia que la Mula sintió al descubrir que el Cerdo estaba gozando en grande con las riquezas obtenidas gracias a esta Planta fue enorme, por eso, la astuta Mula comenzó a idear un plan para desprestigiar al Cerdo.

El ambicioso Cerdo, no se conformo con las enormes riquezas que una sola de estas Plantas le daba, quería más y más, ni siquiera le importo que éstas fueran dañinas para el Rancho.

Llegó un punto en que el Rancho estaba repleto de estas Plantas, y mientras el Cerdo acumulaba más y más riquezas, de igual forma crecían los celos de la Mula, quien tomo la decisión de quitarle parte de éstas riquezas al Cerdo, con la promesa de repartirlas, cosa que nunca sucedió, y así fue como el Rancho fue dividido en dos, los que apoyaban al Cerdo y los seguidores de la Mula.

Y otra vez el Rancho, lejos de convertirse en una comunidad solidaria y con fines en común, volvió a entrar en tensiones y disputas por cosas menores, banales, de menor importancia…

…La historia siguió y las tensiones fueron en aumento, se escucharon muchas palabras, que no fueron secundadas por acciones, discursos falsos, de ambas partes, nadie dice la verdad, todos mienten, y cuando uno no puede creer lo que le dicen empieza a desconfiar, a desconfiar del que está al lado, sin dialogo, puro trabajo especulativo, de ver que es lo que hace el otro y como yo lo puedo cagar.


Y así finalmente, en este tire y afloje, repetitivo y molesto, se consiguió una resolución, o algo así. Por lo menos algo que calmó las aguas en la mitad de esta tormenta sin control, pero que está bastante lejos de haberse resuelto.

¿FIN?
(No Creo)

...Cualquier semejanza con la realidad NO es pura coincidencia...

2 comentarios:

Cecilia Chiappetta dijo...

Bienvenida tu fábula como bienvenidos son para mí todos los espacios donde la palabra es creadora de ideas, de discusiones, en vez ser disfraz de estupidez vacía en busca de popularidad.

Como vos decís, pensar es gratis aunque muchos se olviden.Y si se olvidan es porque hay un sistema grande que nos vende que pensar es perder el tiempo, que lo importante es tener el aspecto o el auto o quién sabe qué para ser feliz, mientras que el de al lado que se esfuerce como pueda y si no puede...que se cague.

A destruir, pues, ese sistema. Y a construir otro.

Abrazo,
Ceci

Ah, me pongo vieja de mierda pero me hace feliz haber sido aunque sea un poquito maestra tuya.

Laucha dijo...

te mato papu
jajaja